Cómo hacer una barbacoa paso a paso – Guía completa
Con el buen tiempo, no hay nada mejor que una barbacoa para pasar un rato agradable. El olor de la carne asándose al carbón, el fuego y el sabor ahumado de los alimentos crean una experiencia que va más allá de una simple comida.
En MM Salamanca te traemos una completa guía para explicarte paso a paso lo que necesitas saber para hacer una barbacoa perfecta: desde la elección de los utensilios y el tipo de combustible hasta los cortes de carne ideales, técnicas de cocción y otros consejos para que todo salga de diez.
Planificación previa: qué necesitas antes de encender el fuego
Antes de encender las brasas, es fundamental tener una buena planificación para que no falte nada y todos disfruten al máximo. Saber cuántas personas asistirán para poder calcular cuánta carne comprar para una barbacoa es esencial para que tu barbacoa sea todo un éxito.
También es imprescindibles tener en cuenta los cortes que quieras para tu barbacoa, aunque los más clásicos son costilla, chorizo y morcilla, entrecot o chuletón y brochetas.
Tipo de barbacoa
Elegir el tipo de barbacoa es clave, porque influye directamente en el sabor de los alimentos, el tiempo de cocción y la facilidad de uso. Las opciones más comunes son la barbacoa de carbón –que proporciona un sabor ahumado muy característico–, la barbacoa de leña –para quienes buscan un sabor aún más rústico–, y la barbacoa de gas –si lo que quieres es rapidez y limpieza–.
Utensilios imprescindibles
Para que tu barbacoa sea un éxito, necesitarás algo más que carne y fuego. Contar con los utensilios adecuados hará que cocinar sea más seguro, cómodo y eficaz. Estos son los utensilios principales para hacer la mejor barbacoa:
- Pinzas largas para manipular los alimentos sin quemarte ni pinchar la carne.
- Bandejas de acero o aluminio para llevar la carne cruda y separarla de la ya cocinada.
- Parrilla limpia para que no arruine el sabor. Recuerda limpiarla bien antes de cada uso.
- Guantes resistentes al calor, que te protegerán al mover la parrilla o manipular utensilios calientes.
- Cepillo metálico para limpiar la parrilla después de cada uso, cuando aún está templada.
- Termómetro de carne para controlar el punto de cocción interno sin tener que cortar la pieza.
- Encendedor o mechero largo, mucho más seguro que usar cerillas.
Contar con estas herramientas te facilitará mucho el trabajo y te permitirá disfrutar del proceso sin contratiempos.
Qué carne elegir para la barbacoa
Una buena barbacoa empieza por la elección de la mejor carne para barbacoa. Lo ideal es ofrecer variedad, combinando cortes más magros con otros más jugosos y sabrosos. El cerdo y la ternera son los más habituales: fáciles de cocinar y con gran sabor. El cordero es una opción distinta y muy apreciada en ocasiones especiales, mientras que el pollo, aunque menos protagonista, puede ser un complemento ligero.
También es importante equilibrar entre cortes rápidos –hamburguesas, chorizos o chuletillas– y piezas que requieren más cocción –costillas o chuletones–, para que puedas servir de forma escalonada.
Marinar la carne para barbacoa, o no hacerlo, depende, puesto que los cortes más magros lo agradecen para ganar jugosidad, pero las carnes de calidad, como un buen chuletón, suelen necesitar solo sal.
Encendido del fuego y preparación de las brasas
Uno de los momentos más importantes de cualquier barbacoa es el encendido del fuego. Dependiendo del tipo de combustible –carbón o leña–, las brasas estarán listas en unos 30 a 45 minutos aproximadamente. Sabrás que es el momento adecuado para empezar a cocinar cuando las brasas estén cubiertas por una capa blanca de ceniza y no salgan llamas.
Para comprobar si la parrilla está a buena temperatura, puedes usar el método de la mano: acerca la palma –sin tocar la parrilla– a unos 10 centímetros del calor. Si no puedes aguantar más de 2 o tres segundos, está muy caliente; si aguantas entre 5 y 6 segundos, es una temperatura media, ideal para la mayoría de carnes.
También es clave saber distribuir el calor. Una técnica para hacer esto de la forma correcta es crear zonas de calor directo e indirecto: el fuego directo es perfecto para cortes finos que se cocinan rápido, mientras que el indirecto es ideal para piezas más gruesas que requieren cocción lenta.
Controlar bien la intensidad y la colocación del calor es la clave para evitar que la carne se queme por fuera y quede cruda por dentro.
Orden de cocinado: qué hacer primero y qué dejar para el final
Organizar bien el orden de cocinado es necesario para que todo salga en su punto. Lo más recomendable es comenzar por los cortes rápidos y los aperitivos, que se cocinan en pocos minutos y ayudan a abrir el apetito mientras el resto se prepara. Algunas de estas piezas son chorizos, morcilla, panceta, alitas o hamburguesas pequeñas.
Una vez estas piezas estén listas, es el momento de colocar las carnes más gruesas o que requieren cocción más lenta. Son cortes que deben ir a fuego más suave o en zonas de calor indirecto, para que se cocinen bien por dentro sin quemarse por fuera.
Si alguna carne termina antes de lo previsto, puedes mantenerla caliente colocándola en una zona de mejor temperatura, o cubriéndola con papel de aluminio, pero sin dejarla demasiado tiempo al fuego para evitar que se seque.
Este orden no solo te ayudará a cocinar mejor, sino también a servir en tiempos escalonados y mantener contentos a tus invitados.
Acompañamientos que no pueden faltar en una barbacoa
Una buena barbacoa no tiene por qué tener solo carne. Los acompañamientos son necesarios para ayudar a equilibrar la comida. Las ensaladas frescas son un clásico imprescindible, desde la clásica ensalada de lechuga y tomate hasta versiones más novedosas.
El pan, que también se puede tostar en la propia barbacoa, es perfecto para acompañar cualquier carne. Y también podéis optar por condimentar con salsas caseras –chimichurri, alioli, barbacoa, salsa criolla…–.
También es buena idea incluir opciones vegetarianas, como brochetas de verduras, quesos para asar, mazorcas de maíz o patatas asadas. Son fáciles de preparar y gustan a todos.
Consejos de carnicero para una barbacoa perfecta
Una barbacoa de verdad empieza mucho antes de encender el fuego. La forma de cortar y preparar la carne influye directamente en el resultado. Siempre que sea posible, corta los filetes o pinzas en tamaños uniformes para que se cocinen de manera equilibrada. Si vas a marinar, hazlo con antelación y guarda la carne en frío hasta unos minutos antes de ponerla en la parrilla.
Lo más recomendable es salar la carne justo antes de colocarla al fuego, con sal gruesa para que forme una costra sabrosa sin deshidratar la pieza. En cortes muy finos o marinados, se puede salar ligeramente antes.
Para mantener la carne jugosa, utiliza pinzas largas en lugar de tenedores o utensilios afilados. Dale la vuelta una sola vez, y respeta los tiempos de reposo al sacarla del fuego.
Limpieza y conservación de la barbacoa
Una buena barbacoa no termina cuando se sirve la última pieza: la limpieza también es parte del ritual. Lo ideal es limpiar la parrilla justo después de cocinar, cuando aún está caliente. Utiliza un cepillo metálico para retirar los restos adheridos. Si lo prefieres, también puedes calentarla de nuevo durante unos minutos y rasparla en seco.
Para guardar las sobras, espera a que se enfríen y guárdalas en recipientes herméticos. Además, debes guardarlas refrigeradas.
Si has utilizado carbón o leña, puedes utilizar parte de las brasas apagadas se han quedado enteras. Guárdalas en un recipiente seco, una vez estén frías, y las podrás utilizar como base en tu próxima barbacoa. Es importante que no las mezcles con restos de grasa o cenizas húmedas, ya que pueden generar humo o sabores indeseados.
Una barbacoa bien cuidada no solo dura más, también garantiza mejores resultados la próxima vez que la uses.